jueves, 22 de abril de 2010

RULETA RUSA... apostando a las señales.

Han pasado casi dos meses después de mi última publicación, y si cabe mencionarse fueron 2 meses de grandes sorpresas y desilusiones, no cabe duda de que la vida es una ruleta… y en ella, tenemos que apostar para poder ganar, pero siempre, con el riesgo de quedar aplastado por esta ruleta, que es mezquina y ambiciosa y hará de todo por ganar la apuesta, en la cual hace 2 meses me atreví a apostarlo todo, simplemente lo hice, me deje llevar por el juego, el coqueteo y seducción de un amor pasado que ahora se manifestaba en mi presente; amor en el cual… me había perdido. Dos semanas me habían bastado para caer de nuevo en el abismo emocional de incertidumbre del cual me había tomado 2 largos años recuperarme, el mismo que aunque nunca se había ido por completo, sobrellevaba muy bien mientras seguía con mi vida.

Después del rencuentro con mi fantasma de las relaciones pasadas, continuamos saliendo, en un supuesto plan amistoso, del cual es difícil zafarse puesto que ellos pueden jugar con dos piezas a la vez (ex novio y amigo), y es complicado ganar cuando estas dos piezas te acorralan llevándote a una confusión emocional tan profunda que no sabes en qué posición entrar, ya que si entras en posición de ataque puede tomarlo como una actitud ruda y descortés, logrando así que jamás vuelva a verte con otros ojos que como amigo, pero tampoco puedes dejarte llevar por sus encantos, ya que solo son amigos y nada más; dejándote por decirlo de alguna manera, en estado vegetativo… como arena en el mar que se mueve al vaivén de las señales confusas y difusas que el individuo en cuestión plata en ti, eso mismo me sucedía, mientras Shark’s, por su parte, estaba lo suficientemente confiado para salir conmigo como amigos sin importarle lo que yo pudiese sentir por él, y aun más, el sentirse lo suficientemente confiado como para decidir lanzarme indirectas de que lo nuestro podría llegar a ser de nuevo, y después dejándome sin un argumento concreto de si esto en realidad pudiese llegar a suceder, era irritante, era simplemente irracional, era tal la conmoción sentimental que recorría mis venas que… me encantaba, dios!!! Era genial; había olvidado lo bien que se sentía inyectar de nuevo a mi vida una dosis de mi droga “Shark’s”, mi droga favorita, pero, no debemos olvidar que como con cualquier adicción, algún día se tiene que dejar o podría llevarte a la muerte, si bien en este caso era claro que no me refería a una muerte literal, si a un ataque fulminante a el alma y corazón.

Algunas veces nos dejamos arrastrar por estas señales tan bizarras y malintencionadas, y muchas de esas veces, acabamos entregándolo todo, convertimos estas señales en una chispa de esperanza para nuestro dopado corazón, que después de una fuerte dosis de sentimientos lo apuesta todo en la mesa, con la vaga ilusión de resultar victorioso, esa noche en que Shark’s me invito a una fiesta con sus colegas del trabajo, fue que me deje llevar, mi droga “ex” había regresado, y en ese segundo de inconsciencia fue que termine por apostar a mi jugador número uno, ese que la mayoría de las veces era el apostador fuerte en mi mesa, y solo así lo deje, puse ahora el corazón en la mesa, era todo o nada esta vez, después de todo si conocería a sus amigos no era cualquier cosa, o al menos para mí no lo era , lo mire directo a los ojos y gire la ruleta… y mientras giraba, una gran felicidad llenaba mi cuerpo… sin tener idea de lo que me esperaba; después de todo en los juegos de azar nada se sabe, y como bien dicen “hay que retirarse cuando se gana”, porque en un segundo…en un giro del azar…en un número equivocado…o simplemente confiando en la persona equivocada…se puede perderlo todo.

Jaime Alejandro Recio Salazar.

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